Torso del Discóforo de Policleto. 50 x 35 x 88 cm.

Descripción

Reproducción del torso del Discóforo de Policleto, escultura realizada en mármol moldeado (polvo de mármol más resina). Acabado con aplicación de pátinas de envejecimiento, con la apariencia y la textura de una estatua antigua de mármol.

Medidas: Alto: 88 cm. Ancho: 50 cm. Fondo: 35 cm.  (La altura puede variar ligeramente variando la longitud del tubo del soporte)

Base: 30 x 40 cm. Peso: 50 kg.

Escultura ideal para decoración de interior y de exteriores, terrazas, patios y jardines, resistente a las inclemencias del tiempo.

El original se encuentra en el Museo del Prado de Madrid. Copia romana de un original griego de Policleto. Antigüedad: 130 – 140 d.C. Esculpido en mármol blanco.

Discóforo, o Diskophoros, significa en griego «el que lleva el disco». Fue una de las primeras creaciones del escultor griego Policleto (460-420 a. C.). La copia romana está fechada aproximadamente a finales de la época de Adriano.  La escultura representa a un atleta y transmite fielmente los principios del estilo del autor en los que siempre estan presentes el reposo y el movimiento, como representación de la armonía por oposición presente en la Vida.

El tema central de la obra de Policleto era la representación del hombre ideal.  A través del canon que estableció, según el cual la altura total equivalía a siete veces la medida de la cabeza, Policleto quiso representar no solo la perfección física, sino la armonía y simetría que expresa la Vida. En su Canon, Policleto sigue las proporciones matemáticas basadas en las relaciones numéricas que había enseñado Pitágoras, especialmente en el número de oro o proporción áurea, expresión en la forma del orden y armonía del Cosmos.

Al incorporar reproducciones de grandes esculturas clásicas basadas en obras famosas del arte antiguo, como este torso del Discóforo de Policleto, a la decoración de nuestros jardines y terrazas, les infundimos a estos espacios una especial elegancia y armonía. Esta obra maestra, que captura el equilibrio y la serenidad del arte griego clásico, aporta un toque atemporal a nuestros rincones favoritos al aire libre, en los que la figura del Discóforo se fusiona con la vegetación circundante, transmitiendo una sensación de serena belleza.