Relieve de Cupido y Anacreón. Thorwaldsen. 66 x 48 cm.

Descripción

Relieve de Cupido y Anacreón, reproducción de bajorrelieve realizado en mármol moldeado (polvo de mármol con aglutinantes). La terminación de envejecimiento se realiza con pátinas a base de tierras naturales que le dan la textura y la apariencia de una escultura original antigua embellecida por el paso del tiempo.

• Medidas:  Ancho: 66 cm. Fondo: 6 cm. Altura: 48 cm.

Reproducciones de esculturas y relieves, inspiradas en piezas originales de museos. Arte neoclásico. Hecho a mano en España. Ideal para decoración de interior (salones, vestíbulos, bibliotecas y despachos) y para exteriores, terrazas y jardines, pieza resistente a las inclemencias del tiempo.

Relieve de Cupido y Anacreón. El bajorrelieve que presentamos es una reproducción de un original del escultor Albert Bertel Thorvaldsen (1770-1844). Este bajorrelieve está tomado de la mitología griega, basado en las canciones de Anacreón, famoso poeta jonio, que escribió una canción de amor sobre la apertura de su casa a Cupido en una noche de tormenta, después de la cual Cupido atraviesa el corazón de Anacreón con su flecha.

Bertel Thorvaldsen (1770-1844, Copenhague, Dinamarca), fue un destacado representante del período neoclásico en escultura. A menudo se le ha comparado con Antonio Canova, pero de hecho personifica el estilo del arte griego clásico más que el del artista italiano. La obra de Thorvaldsen se encuentra imbuida de una gran sensibilidad, con relieves alegóricos y esculturas de temática clásica, (relieves, estatuas y bustos).  Además de obras inspiradas principalmente en la mitología griega, también realizó retratos de personalidades importantes y personajes históricos, y monumentos conmemorativos. Sus obras pueden verse en muchos países europeos, y especialmente en el Museo Thorvaldsen.

En este relieve el escultor danés representa al poeta griego Anacreón con el dios Cupido. En sus poemas de lírica amorosa Anacreonte canta sobre Dionisos y Eros; Baco Dionisos, el dios del vino en la mitología grecorromana, personifica la alegría y el éxtasis, la exaltación y el entusiasmo, emociones que se acercan al deseo causado por las flechas de Cupido.

La decoración con relieves clásicos que representan a personajes de la mitología nos ayuda a evocar la grandeza de la antigua Grecia.