Descripción
El palacio Real se alza en un lugar que ocupó el antiguo Alcázar de los Austrias, destruido por un incendio en 1734.
Felipe V encargó a Filippo Juvara un nuevo edificio. Su muerte hizo que tal cometido recayese finalmente en Juan Bautista Sachetti.
En 1738 el italiano presentó un proyecto semejante al esquema tradicional de los alcázares hispanos, con planta cuadrangular en torno a un patio central y torreones en las esquinas, que aquí sólo se marcan en planta.
El resultado fue un magnífico palacio ligado estilísticamente al barroco internacional vigente en Europa, articulado con pilastras y columnas de orden gigante sobre un primer cuerpo almohadillado, y rematado por una balaustrada que debía completarse con las estatuas pétreas de los reyes de España, que, finalmente, por problemas de peso, fueron colocados en la plaza y los jardines inmediatos.