Descripción
Reproducción de un obelisco egipcio realizado en resina con acabado dorado y base de piedra de ónix.
Altura: 37 cm.
En Roma se elevaron muchos obeliscos egipcios. Los primeros fueron llevados por Augusto después de la conquista de Egipto. Uno de ellos, no lejos del Altar de la paz (Ara Pacis), servía de aguja a un gigantesco cuadrante solar; otro, llegado también de Heliópolis, fue colocado por Augusto en la «spina» del Circo Máximo. Había varios en el Campo de Marte en la zona del templo de Isis, otros son conocidos y mencionados por los textos. Algunos sirven aún de ornamento en la Roma moderna.
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