Descripción
Maqueta del Monasterio de Ripoll, Gerona, realizada en mármol reconstituido con resina.
Medidas: 17 x 16 x 10 cm.
Del primitivo monasterio sólo queda en pie la iglesia y el claustro, en parte desfigurados por una restauración posterior. Conforma, pese a todo, uno de los mejores ejemplos del románico catalán.
Fundado en el siglo IX por el conde Wifredo el Velloso, formó parte de esa pléyade de pequeños monasterios que surgieron al amparo de las defensas naturales de la montaña, si bien pronto se impuso sobre todos los demás. A lo largo de los siglos X y XII el cenobio creció tanto que hubo de ampliarse con nuevas construcciones. El resultado fue una iglesia de cinco naves cubiertas con techumbre de madera y un grandioso transepto rematado en siete ábsides.
A ello contribuyó de manera decisiva el impulso renovador dado por el abad Oliba y el florecimiento detectado durante el gobierno de Raimundo Berenguer III y Raimundo Berenguer IV. Tras el incendio en 1835 comienza la ruina y abandono del edificio que no será restaurado hasta la última década del siglo XIX.