Figura Cabeza de Sekhmet. 18 cm.

Descripción

Figura cabeza de Sekhmet, reproducción fabricada en mármol moldeado (polvo de mármol con resina). Acabado con pátinas de envejecimiento, apariencia de piedra negra.

Medidas:

Altura total de la cabeza más base: 18 cm. Ancho: 8 cm. Fondo: 8 cm.

Altura de la cabeza sin base: 14 cm.

Peso aprox.: 1 kg.

Reproducciones arqueológicas a partir de piezas de museos. Hecho a mano en España. Estatua ideal para decoración de interiores (salones, vestíbulos, bibliotecas y despachos). No es adecuada para uso en el exterior

Figura cabeza de Sekhmet con el disco solar y la serpiente Ureus, réplica inspirada en figuras egipcias de piedra negra.

La ciudad de Menfis rendía culto a la diosa leona Sekhmet, hija del dios Ra, el Sol creador, y esposa de Ptah, dios del Fuego, protector de los artistas. En Egipto se la llamaba «La Poderosa», «La Señora», los guerreros la tomaron como patrona, convirtiéndose Sekhmet en la diosa de la guerra.

Sekhmet representa la voluntad y la fuerza del alma. Simboliza también el destino, entendido éste como aplicación de la ley de causa y efecto, y ejecuta sobre la Tierra los designios divinos. Sus garras tenían fama de alcanzar a todo aquel que faltase a la ley.

Los antiguos egipcios relacionaron el ciclo anual del Nilo, sus crecidas y sequías, con mitos de la diosa. Según estos, Sekhmet, enfurecida por el comportamiento de los seres humanos, huyó al desierto. Shu, el dios del aire, y Thot, dios de la sabiduría, fueron a buscarla a los desiertos orientales de Nubia, donde habitaba, apaciguándola y convenciéndola para retornar a Egipto. La temible leona de fuego tomó entonces la forma de la amable diosa-gata Bastet, trayendo de nuevo las crecidas fertilizantes del Nilo.

Las reproducciones de estatuas como esta cabeza de la diosa Sekhmet, nos ayudan a evocar y traemos a nuestros días la grandeza y el misterio del antiguo Egipto.

Decorar con arte sirve para aportar belleza no solo a nuestros espacios sino también al alma que se enriquece con su significado, trayendo a nuestro hogar el legado de antiguas civilizaciones.