Victoria alada de Samotracia. 300 cm.

Descripción

Victoria alada de Samotracia, reproducción realizada en mármol moldeado (resina + polvo de marmol). Pátinas de envejecimiento aplicadas con tierras naturales. Texturas marmóreas y petreas.

MEDIDAS TOTALES:

• Ancho Total: 170 cm. ( de extremo a extremo de las alas una vez montadas).
• Fondo Total:  175 cm (desde el extremo de la ala), incluida la base.
• Altura: 300 cm

MEDIDAS DE LA BASE:

• Ancho: 106 cm. Fondo: 96 cm. Altura: 25 cm.

Peso aproximado: 300 kg.

Escultura ideal tanto para decoración de interior como de exteriores, jardines y terrazas.

La Victoria alada de Samotracia, también conocida como Victoria de Samotracia o Niké de Samotracia, es una escultura en bulto redondo perteneciente a la escuela rodia del periodo helenístico. Se encuentra en el Museo del Louvre, París. En griego la estatua se denomina Nikí tis Samothrakis. El original se elaboró en mármol hacia el 190 a.C. Procede del santuario de los Cabiros en Samotracia. Algunos expertos la atribuyen con cierta probabilidad a Pithókritos de Rodas. Fue descubierta en 1863 en la isla de Samotracia (Samothraki, en griego) por el cónsul francés Charles Champoiseau, un arqueólogo aficionado.

Nuestros espacios exteriores favoritos, jardines y terrazas, adquieren una especial elegancia cuando incorporamos a su decoración reproducciones de esculturas clásicas y obras famosas, como esta Victoria de Samotracia. Esta icónica obra maestra, que captura la gracia y el movimiento del arte griego helenístico, aporta un toque atemporal a nuestros rincones favoritos al aire libre. La imponente presencia de la Victoria, con sus alas extendidas, se fusiona con la vegetación circundante y nos infunde una sensación de triunfo y esplendor.

Al integrar estas grandes esculturas clásicas en el diseño del paisaje, conseguimos una síntesis armoniosa entre la estética antigua y la naturaleza. Materiales como la piedra, bronce o mármol moldeado con resina utilizados para replicar estas obras maestras, resisten bien a la intemperie, asegurando durabilidad y resistencia en espacios al aire libre. Estas esculturas nos evocan la cultura clásica, estableciendo un diálogo fascinante entre el arte y la naturaleza. En suma, la decoración con reproducciones de esculturas clásicas es capaz de transformar los espacios exteriores de nuestro hogar en escenarios de belleza intemporal y contemplación serena.