Venus de la Concha. Altura: 160 cm.

Descripción

Reproducción de la escultura de Venus de la concha de gran calidad realizada con mármol moldeado (polvo de mármol con resina). Acabado con pátina de envejecimiento aplicada con tierras naturales.

Escultura perfectamente preparada para decoración de exterior como jardines y terrazas o para el interior.

Medidas: Altura: 160 cm. Ancho: 50 cm. Fondo: 43 cm.

Peso aproximado: 65 kg.

Reproducción de la llamada Venus de la concha, la estatua original es una obra romana esculpida en mármol hacia 130–140 d.C., que reproduce un modelo de Afrodita púdica datada hacia el 155–150 a.C. Tiene una inscripción de su restauración por un personaje llamado B. Rovira cuyo nombre aparece junto a la fecha de 1533, quien esculpió una concha y la inscripción «Obra de Praxíteles».

La diosa Venus, conocida como Afrodita en la mitología griega, personifica el amor, la belleza y la fertilidad. Nacida de las espumas del mar, su origen mítico resalta su conexión con la creación y la vida. Afrodita tuvo como amantes a dioses como Ares, el dios de la guerra, y mortales, como Adonis, tras cuya muerte descendió al Hades, disputándose el regreso del joven al mundo de los vivos con Perséfone, la reina del inframundo. Suele aparecer representada junto con Eros- Cupido o de una corte de amorcillos, de ninfas y otras deidades como las Tres Gracias o las Horas.

Las reproducciones de esculturas inspiradas en el arte antiguo, renacentista o neoclásico se convierten en piezas centrales que destacan en nuestros jardines y patios, transformándolos en un rincón inspirador que invita a la relajación, la lectura o la reflexión. Personajes mitológicos, como dioses y héroes, se funden con la vegetación, creándose una conexión especial entre la historia y el mito, la naturaleza y el arte.

A través de la elección de un dios o diosa específico, como Venus, podemos expresar no sólo nuestros gustos estéticos e intereses, así como nuestros valores personales o aspiraciones relacionados con su significado simbólico.

La decoración con grandes esculturas clásicas de dioses, diosas y héroes de Grecia y Roma trasciende lo meramente ornamental, transformando el entorno en un espacio que rinde homenaje a la belleza atemporal y la espiritualidad de la Antigüedad.