Torso de Samotracia. 134 cm.

Descripción

Reproducción de torso de Samotracia de gran calidad realizada con piedra moldeada (polvo de piedra con resina). Acabado con pátina de envejecimiento aplicada con tierras naturales que le da la apariencia de una estatua antigua.

Escultura perfectamente preparada para decoración de exterior como jardines y terrazas o para el interior (salones, recibidores, bibliotecas, despachos).

Medidas: Alto: 134 cm. Ancho: 62 cm. Fondo: 54 cm.

Torso de la Victoria alada de Samotracia, también conocida como Victoria de Samotracia y Niké de Samotracia, es una escultura en bulto redondo perteneciente a la escuela rodia del periodo helenístico. Se encuentra en el Museo del Louvre, París. En griego la estatua se denomina Nikí tis Samothrakis. Tiene una altura de 245 cm y se elaboró en mármol hacia el 190 a. C. Procede del santuario de los Cabiros en Samotracia. Algunos expertos la atribuyen con cierta probabilidad a Pithókritos de Rodas. Fue descubierta en 1863 en la isla de Samotracia (Samothraki, en griego) por el cónsul francés Charles Champoiseau, un arqueólogo aficionado.

Al integrar reproducciones de grandes esculturas clásicas en el diseño del paisaje, como este torso de la Victoria de Samotracia, conseguimos una síntesis armoniosa entre la estética antigua y la naturaleza.  Materiales como la piedra y el  mármol moldeado con resina o el bronce fundido empleados en la fabricación de las réplicas, resisten bien a la intemperie, asegurando la durabilidad y resistencia de las estatuas en espacios al aire libre.

La decoración de nuestros espacios exteriores favoritos, jardines y terrazas, adquieren una especial elegancia cuando incorporamos reproducciones de esculturas clásicas y obras famosas, como este Torso de Samotracia. Esta icónica obra maestra, que captura la gracia y el movimiento del arte griego helenístico, aporta un toque atemporal a nuestros rincones favoritos al aire libre. La figura de la Victoria de Samotracia infunde una sensación única de esplendor y se fusiona con la vegetación circundante, consiguiendo una síntesis armoniosa entre la estética antigua y el espacio, en un diálogo fascinante entre el arte y la naturaleza.