Descripción
Reproducción de escultura del Rapto de Europa de alta calidad fabricada en mármol moldeado (polvo de mármol aglutinado con resinas). Finamente pulida, con un ligero acabado de envejecimiento a través de la aplicación de pátinas a base de tierras naturales.
- Medidas totales: Altura: 41 cm; ancho: 45 cm; fondo: 21 cm.
Escultura de singular belleza ideal para decoración o para realizar un distinguido regalo. La pieza que le ofrecemos goza de una especial elegancia y delicadeza, expresada en sus líneas.
Reproducciones de esculturas inspiradas en piezas originales de museos. Arte clásico. La figura posee una magnífica presencia para ser utilizada en decoración de interior (salones, vestíbulos, bibliotecas y despachos) y para colocar en exteriores, terrazas y jardines, resistente a las inclemencias del tiempo.
Esta escultura es una reproducción del «Rapto de Europa» del escultor frances Jean-Baptiste Jules (1810-1867). Representa a Europa, la hija de Agenor de Fenicia, que fue secuestrada por Zeus en forma de toro y llevada a Creta. Su descendiente será el legendario rey Minos, constructor del laberinto en el que encerró al Minotauro, monstruo con cabeza de toro.
La decoración con reproducciones de esculturas que representan a personajes de la mitología griega, como esta escultura del rapto de Europa, es una forma elegante y atemporal de dar un toque clásico y sofisticado a los espacios de nuestro hogar. Estas figuras nos sirven para enriquecer la decoración de nuestros espacios favoritos, tanto de interior, bibliotecas, despachos o salones, como de exterior, terrazas, patios y jardines.
Estas obras de arte pueden ser colocadas sobre pedestales y columnas, nichos, mesas, y estantes, convirtiéndose en elementos focales que resaltan entre los demás elementos de la decoración de la estancia.
Las réplicas de obras clásicas de la antigüedad o de los últimos siglos, como esta escultura neoclásica de Europa y el toro, aportan un elegante toque de originalidad a la decoración de los rincones favoritos de nuestro hogar. Colocándolas en el salón o en el vestíbulo, estas figuras pueden convertirse en piezas centrales que destacan el espacio donde se están situadas, mientras que en la biblioteca, en el despacho o en nuestro jardín, ayudan a crear una atmósfera relajante e inspiradora.
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