Discóbolo de Mirón. 125 x 80 cm.

Descripción

Reproducción de escultura del Discóbolo de Mirón de gran calidad fabricada en mármol moldeado (polvo de mármol con resina). Terminación realizada con aplicación de pátinas de envejecimiento en base a tierras naturales,  que da a la estatua una singular belleza y textura muy similar a una pieza antigua original.

Estatua preparada tanto para decoración exterior en jardines y terrazas como para decoración de interiores (salones, recibidores, bibliotecas, despachos). Resistente a las inclemencias del tiempo.

Medidas:  Ancho: 80 cm. Fondo: 50 cm. Alto: 115 cm. (Altura total hasta el disco).

Peso: 60 kg.

El Discóbolo es una escultura realizada por Mirón de Eleuteras en torno al 455 a. C., que representa a un atleta justo en el instante anterior a lanzar un disco. Esta obra data del apogeo del período clásico griego, caracterizado por sus formas idealizadas y la expresión del equilibrio y la armonía.

De la escultura original griega, hoy perdida, se realizaron varias copias en época del imperio Romano. La copia romana más famosa del Discóbolo se expone en el en el Palazzo Massimo alle Terme del Museo Nacional Romano, y fue encontrada durante unas excavaciones en la Villa Palombara (Roma), en el siglo XVII.

El Discóbolo ejemplifica la búsqueda de la perfección anatómica y el idealismo estético que caracterizan al arte griego de la época clásica (s. V a.C.). A través de la representación de un atleta, la maestría del artista ha conseguido expresar la tensión del momento previo al lanzamiento del disco. Esta obra maestra se ha convertido en un icono, llegando su influencia hasta el arte contemporáneo.

Las reproducciones de arte de la antigua Grecia, como esta estatua del Discóbolo de Mirón, infunden una sensación de nobleza y perdurabilidad. Al integrar estas grandes esculturas clásicas en la decoración de interior y de exteriores, transmiten la armonía y la perfección del arte griego clásico y se convierten en puntos focales que atraen la mirada, inspirando en el espectador la reflexión y la contemplación de la belleza. Ya sea una estatua de gran tamaño en la sala de estar o  el jardín o una figura en el escritorio, obras icónicas como el Discóbolo nos acompañan inspirándonos en nuestro día a día, y añaden un toque de historia y cultura a nuestros lugares de trabajo y descanso.