Descripción
Escultura de Venus desperezándose, reproducción de escultura de alta calidad, realizada en mármol moldeado (polvo de mármol aglutinado con resinas), finamente pulida y patinada con tierras naturales, que le dan la terminación de una escultura embellecida por el paso del tiempo.
Altura: 50 cm.
Medida base: 12 cm. diámetro.
Peso aprox.: 5 kg.
Esta escultura puede ser expuesta a las inclemencias del tiempo, en exteriores. Ideal para la decoración o como regalo.
Escultura de Venus desperezándose. Autor anónimo. Esta escultura representa a una mujer cubierta con un fino tul que deja entrever su cuerpo. La postura y posición de los brazos muestra el gesto de desperezarse tras despertar del sueño.
En la mitología clásica, Venus, identificada en Roma con la diosa griega Afrodita, es la diosa del amor, la belleza y la fertilidad. El mito cuenta el nacimiento de Venus de las aguas, surgiendo de la espuma generada por la caída al mar de los genitales del dios del cielo, Urano, mutilado por su hijo Cronos-Saturno. El origen acuático de la diosa resalta la conexión de Venus con el agua como símbolo de la fertilidad, la regeneración y la vida. Venus era representada con atributos simbólicos como la rosa y el espejo, y animales como la paloma o el cisne, y representa el amor en todas sus facetas, abarcando desde la armonía universal al deseo y la pasión humanas, la belleza y la seducción.
A Venus se le atribuyen amores con distintos amantes, tanto divinos como humanos, desde el dios herrero y del fuego Vulcano, su esposo legítimo, o el hermano de éste, Marte, el dios de la guerra, hasta mortales como el hermoso Adonis, por cuya muerte descendió al Hades, o el príncipe troyano Anquises, de quien engendró a Eneas, considerado por los romanos como su antecesor mítico.
Decorar con reproducciones de figuras de personajes de la mitología, como esta escultura de Venus, trae a nuestros hogares la riqueza cultural y estética del arte clásico. Cuando incorporamos estas esculturas a la decoración tanto de interior como en exteriores, jardines y terrazas, les infundimos un aire de nobleza y serenidad a nuestros rincones favoritos.
Cristina –
Es una estatua muy bonita, aunque el color de envejecido parece un poco distinto al de las fotos.