Escultura de Hércules niño. Altura 50 cm.

Descripción

Reproducción  de alta calidad de una escultura de Hércules niño fabricada en mármol moldeado (polvo de mármol aglutinado con resinas). Esta figura se presenta finamente pulida, con aplicación de pátinas de envejecimiento a base de tierras naturales que le dan la textura y apariencia de una escultura embellecida por el paso del tiempo.

• Medidas: Ancho 31 cm. Fondo 23 cm.  Alto 50 cm.
• Peso: 11 kg.

Escultura de singular belleza ideal para decoración o para realizar un distinguido regalo. Esta figura posee una magnífica presencia para ser utilizada en interior (salones, vestíbulos, bibliotecas y despachos) así como en exteriores, terrazas y jardines, resistente a las inclemencias del tiempo.

Reproducciones de esculturas inspiradas en piezas originales de museos. Arte neoclásico.

Escultura de Hércules niño. Reproducción de la obra original El joven Hércules del escultor danés Bertel Thorvaldsen (1770 -1844) que representa al héroe en su infancia luchando con dos serpientes.

Hércules. llamado Heracles en Grecia, fue un héroe y semidios, hijo del dios Zeus y una mujer mortal, Alcmena. La diosa Hera, esposa de Zeus, celosa del nacimiento de Hércules, envió dos serpientes a su cuna para asesinarle, pero el pequeño se levantó y mató a las dos serpientes con sus propias manos, dando muestra de su fuerza legendaria.

En la base están representados los doce Trabajos de Hércules, que le fueron encomendados por el rey Euristeo como tareas imposibles de realizar que el semidiós sin embargo pudo completar: el león de Nemea, la hidra de Lerna, la cierva del monte Cerineo, el jabalí de Erimanto, los pájaros de la laguna Estinfalia, los establos de Augias, el toro de Creta, las yeguas de Diomedes, el cinturón de Hipólita, los toros de Gerión, las manzanas del jardín de las Hespérides y el último, llevar ante Euristeo a Cerbero, el perro guardián de las puertas del infierno.

La decoración con reproducciones como esta estatua de Hércules niño aporta a nuestros hogares la riqueza cultural y estética del arte clásico. Cuando incorporamos estas esculturas a nuestros espacios tanto de interior, en nuestros salones y vestíbulos, bibliotecas y despachos, como de exterior en jardines y terrazas, infundimos un aire de nobleza y serenidad a nuestros rincones favoritos.