Descripción
Reproducción del David de Miguel Ángel, escultura de alta calidad realizada en mármol moldeado (polvo de mármol aglutinado con resinas), finamente pulida y patinada con tierras naturales que le dan la terminación de una escultura embellecida por el paso del tiempo.
Medidas: Alto: 92 cm. Ancho: 32 cm. Fondo: 20 cm.
En esta reproducción recreamos la icónica escultura del David. Obra del genio renacentista Miguel Ángel, esta icónica estatua, de 5,17 metros de altura, fue esculpida entre 1501 y 1504 a partir de un bloque de 6 metros de mármol de Carrara. Esta obra maestra del Renacimiento representa al héroe bíblico David, quien según el Antiguo Testamento derrotó al gigante Goliat con una sola piedra lanzada desde su honda.
La escultura destaca por su extraordinaria expresión de fuerza y determinación en el rostro de David, representado en el momento justo antes del enfrentamiento con Goliat. Originalmente la estatua fue encargada para adornar la Catedral de Florencia, en 1504 fue colocada en la Piazza della Signoria, donde permaneció hasta el año 1873, fecha en la que el David fue trasladado a la Galería de la Academia (Galleria dell’Accademia) de Florencia, donde se encuentra actualmente. Este traslado permitió preservar la escultura del desgaste causado por la inclemencias del tiempo. El David sigue siendo una de las obras de arte más famosas y admiradas en el mundo.
Nuestros rincones favoritos al exterior, jardines y terrazas, adquieren una especial elegancia cuando incorporamos a su decoración reproducciones de grandes esculturas clásicas y obras famosas, como esta escultura del David de Miguel Ángel. Esta icónica obra maestra, que captura la fuerza y la tensión contenida que caracteriza a las obras del genio florentino, aporta un toque atemporal a nuestros rincones preferidos al aire libre. La piedra, el bronce fundido y el mármol moldeado con resina utilizados para elaborar estas reproducciones, resisten bien a la intemperie, asegurando la durabilidad y resistencia de las piezas en espacios expuestos a la intemperie.
Colocada en un lugar destacado del jardín, la figura del David infunde una sensación única de esplendor y se fusiona con la vegetación circundante, consiguiendo una síntesis armoniosa entre la belleza del arte y de la naturaleza.
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