Cabeza Venus del Esquilino. 54 cm.

Descripción

Cabeza Venus del Esquilino, reproducción fabricada en mármol moldeado (polvo de mármol con aglutinante). Las pátinas de envejecimiento están aplicadas con tierras naturales.

Medidas: Alto: 54 cm. Ancho: 22 cm. Fondo: 24 cm.

Peso aproximado: 9 kg

Reproducciones de esculturas inspiradas en el arte clásico. Hecho a mano en España. Ideal para decoración de interior (salones, vestíbulos, bibliotecas y despachos). Estatua apta para exteriores, terrazas y jardines resistente a las inclemencias del tiempo.

Cabeza Venus del Esquilino. Reproducción basada en la estatua original expuesta en los Museos Capitolinos, copia romana del siglo I d.C. de un original griego del siglo I a.C. La escultura original fue hallada en los Jardines de Lamiano (uno de los jardines imperiales, fuente de hallazgos arqueológicos de esculturas clásicas), situados en la colina Esquilina, de donde toma el nombre. Pronto pasó a la colección de los Museos Capitolinos.

Venus, conocida como Afrodita en la mitología griega, es la diosa del amor, la belleza y la fertilidad. Nacida de las espumas del mar, su origen mítico resalta su conexión con la creación y la vida. Afrodita tuvo como amantes a dioses como Ares, el dios de la guerra, y a mortales, como Adonis, por cuya muerte bajó al Hades, reclamándolo a Perséfone, la reina del inframundo, quien concedió a Adonis el retorno al mundo de los vivos durante seis meses al año, permaneciendo el joven los restantes seis meses en el más allá. Venus Suele aparecer acompañada de un cortejo formado por Cupido y otros seres y deidades, como amorcillos y ninfas, las Tres Gracias o las Horas.

Al incorporar reproducciones de esculturas clásicas y obras famosas, como esta escultura de la Venus del Esquilino, a la decoración de exteriores, les infundimos a nuestros jardines y terrazas una especial elegancia y armonía. Esta icónica obra maestra, que captura el equilibrio y la serenidad del arte griego, aporta un toque atemporal a nuestros rincones favoritos al aire libre, en los que la figura de Venus se fusiona con la vegetación circundante, transmitiendo una sensación de serena belleza.