Descripción
Reproducción de una cabeza de Lucio Vero Antonino. Figura decorativa fabricada en mármol moldeado (polvo de mármol más aglutinante), terminación en pátina de bronce envejecido de gran calidad. No apto para exteriores.
Medidas: Alto: 50 cm. Ancho: 20 cm.
Lucius Ceionius Commodus Verus Armeniacus, (130 d.C. – 169 d.C.), también conocido comúnmente como Lucio Vero Antonino, fue co-emperador romano junto con Marco Aurelio, desde el año 161 hasta el momento de su muerte. Marco Aurelio y Lucio Vero fueron hijos adoptivos de Antonino Pío encomendados por Adriano, y los dos primeros emperadores que reinaron en conjunto en la historia de Roma.
El gobierno de los dos co-emperadores, Lucio Vero Antonino y Marco Aurelio, desempeñó un papel crucial en el periodo del Imperio Romano en el siglo II, culminando la época de estabilidad y esplendor por la que se caracterizó la dinastía Antonina.
Ambos emperadores enfrentaron desafíos como la Guerra Parta y la propagación de plagas como la llamada Peste Antonina. A pesar de las adversidades, el gobierno conjunto de Lucio Vero y Marco Aurelio contribuyó a consolidar el poder imperial.
La decoración de interiores con reproducciones de esculturas de personajes de la Antigüedad clásica, como esta cabeza de Lucio Vero, es una forma elegante y atemporal de dar un toque de sofisticación a los espacios de nuestro hogar. Las estatuas que representan figuras históricas y mitológicas nos ayudan a evocar y traer a nuestros días la grandeza de la antigua Roma.
Al incorporar reproducciones de esculturas a la decoración de interior conviene considerar el tamaño de las piezas en relación a los espacios que van a ocupar, la iluminación de la estancia y la disposición de la pieza elegida respecto a los otros elementos que se hallan en el espacio elegido, como mobliario o elementos decorativos (cuadros, jarrones…). Además, su presencia puede servir para destacar un rincón especial de la habitación, aportando un toque artístico a la decoración del hogar, y creando una atmósfera única y evocadora.
Decorar con obras de arte no sólo nos sirve para embellecer nuestro hogar, sino que también enriquece el alma con su belleza y significado.
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