Busto de Sócrates. 50x75cm.

Descripción

Reproducción de un busto de Sócrates, fabricada en mármol moldeado (polvo de mármol más aglutinante). Terminación de envejecimiento con aplicación de pátinas a base de tierras naturales, textura y apariencia de una escultura embellecida por el paso del tiempo.

Medidas: Alto: 75 cm. Ancho: 50 cm. Fondo: 18 cm.

Peso aproximado: 35 kg.

Reproducciones de esculturas inspiradas en piezas originales de museos. Arte clásico. La estatua posee una magnífica presencia para ser utilizada en decoración de interiores (salones, vestíbulos, bibliotecas y despachos) y para colocar en exteriores, terrazas y jardines, resistente a las inclemencias del tiempo.

Reproducción de un busto de Sócrates (470 a.C-399 a.C.). Maestro de Platón, no dejó nada escrito, pero su pensamiento fue el punto de partida de la filosofía occidental, desarrollándose metodologías como la dialéctica a partir de su método socrático basado en preguntas y respuestas.

El pensamiento de Sócrates se considera uno de los cimientos de la filosofía occidental. No dejó escritos propios, gran parte de lo que se sabe sobre él proviene de los escritos de sus discípulos, especialmente Platón.

El compromiso de Sócrates con la busqueda de la sabiduría, lo llevaba a interrogar a todo tipo de personajes de la sociedad ateniense. A través de su método de la mayéutica consistente en una serie de preguntas incisivas sobre una idea, enfrentaba a su interlocutor a su propia ignorancia, incitando a que sacara sus propias concusiones, pero cuestionando también los pensamientos establecidos, lo que le valió tanto admiradores y discípulos fieles como enemigos acérrimos.

En 399 a.C. sus adversarios lo llevaron ante el tribubal popular de Atenas acusándolo de corromper a la juventud e impiedad. Durante el juicio, Sócrates demostró su integridad, honestidad y su compromiso con la verdad y con sus deberes como ciudadano, aunque finalmente fue condenado a beber cicuta. Su comportamiento ante su condena y sus ultimos momentos, en los que enfrentó su destino con serenidad, manteniendo sus principios hasta el final, le convirtió en un ejemplo de fortaleza ante la adversidad para las generaciones futuras. El  legado de Sócrates perdura hoy en día, inspirando el cultivo del pensamiento crítico y la práctica de una vida conducida por la ética.