Busto de Séneca. Altura 31 cm.

Descripción

Reproducción de busto de Séneca fabricada en mármol moldeado (polvo de mármol con aglutinantes), terminación de envejecimiento con aplicación de pátinas a base de tierras naturales.

Medidas:

• Altura total busto + base: 31 cm.
• Altura del busto sin base: 23 cm.
• Medidas del busto: Ancho: 18 cm. Fondo: 18 cm.
• Medidas de la base: Alto: 8 cm. Ancho: 11,5 cm. Fondo: 11,5 cm.
• Peso aprox.: 6 kg.

Busto de Séneca, reproducciones de esculturas inspiradas en el arte clásico. Hecho a mano en España. Esculturas ideales para decoración de interior (salones, vestíbulos, bibliotecas y despachos) y exteriores, terrazas y jardines.

Lucio Anneo Séneca, (4 a.C-65 d.C.) nacido en el año 4 a.C. en Córdoba, Hispania, fue un destacado filósofo, escritor y político romano. Su obra filosófica abarca temas como la ética y la moral, siendo uno de los representantes más importantes de la corriente del estoicismo. Séneca tuvo una participación activa en la política del Imperio, sobre todo como tutor y consejero de Nerón en sus primeros años de gobierno, aunque su relación con el emperador terminó de forma trágica.

En sus escritos, que incluyen ensayos, cartas y tragedias, se reflejan sus ideas acerca de la importancia de la práctica de la virtud, la serenidad y el dominio de uno mismo. Siguiendo los principios del estoicismo, Séneca abogaba por el control de las pasiones y la aceptación del destino y la propia mortalidad para alcanzar la serenidad. En su obra ofrece consejos atemporales sobre cómo enfrentar la adversidad, que el propio Séneca puso en práctica en el momento de su muerte, en el año 65 d.C. , cuando fue forzado a cometer suicidio por orden de Nerón. Su legado perdura hoy en día como un faro de sabiduría estoica.

“La verdadera felicidad es disfrutar el presente sin depender ansiosamente del futuro, no para divertirnos, ya sea con esperanzas o temores, si no para descansar satisfechos con lo que tenemos, lo cual es suficiente” (Séneca)

“A menudo tenemos más miedo que dolor; y sufrimos más en la imaginación que en la realidad.” (Séneca)

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