Busto de Ares-Marte. 93 x 37 x 37 cm.

Descripción

Reproducción de un busto de Ares-Marte de gran calidad realizada en mármol moldeado (polvo de mármol aglutinado con resinas). Acabado de envejecimiento con aplicación de pátinas a base de tierras naturales. Terminación con texturas marmóreas y pétreas y apariencia de una escultura original antigua.

Medidas: Alto: 93 cm. Ancho: 37 cm. Fondo: 37 cm.  Dimensiones del diámetro de la base: 21cm.

Peso aproximado: 23 kg.

Escultura ideal para la decoración de interior (salones, vestíbulos, bibliotecas y despachos) y de exterior, terrazas y jardines.

Reproducción inspirada en una escultura de Ares que se encuentra en el Museo Estatal del Hermitage, San Petersburgo. La estatua original se trata de una copia romana de una obra griega atribuida al escultor griego Alcámenes (420 a.C).

El dios Ares (Marte en la cultura romana) es el dios de la guerra, el valor  y la superación personal. Ares tenía una cuadriga tirada por cuatro sementales inmortales con bridas de oro que respiraban fuego. Entre los demás dioses, Ares era reconocido por su armadura de bronce y por la lanza que blandía en batalla.  Su animal favorito era el perro. En el arte griego clásico sus atributos usuales eran un casco crestado y una lanza con la cual derrotaba fácilmente a sus enemigos.

Nuestros espacios exteriores favoritos, jardines y terrazas, adquieren una especial elegancia cuando incorporamos a su decoración reproducciones de esculturas clásicas, como este busto de Ares-Marte. Esta escultura, que captura la serenidad del arte de la Antigua Grecia, aporta un toque atemporal a nuestros rincones favoritos al aire libre. Colocando en nuestro jardín esta figura del dios Ares, creamos un ambiente único en el que la estatua del dios se fusiona con la vegetación circundante, consiguiendo una síntesis armoniosa entre la belleza del arte y la naturaleza.

A través de las representaciones de deidades grecorromanas como Apolo, Marte o Venus, mostramos no solo la estética del arte clásico, sino también la riqueza simbólica de la mitología antigua.

La decoración  con reproducciones de grandes esculturas clásicas es capaz de transformar en escenarios de belleza intemporal y contemplación serena donde relajarse, reflexionar y meditar.