Bajorrelieve Ménade con tirso. Derecha. 67 x 50 cm.

Descripción

Bajorrelieve “Ménade con tirso”. Relieve decorativo realizado en alabastro moldeado (polvo de alabastro con aglutinantes), aplicación de policromías al óleo y pátinas de envejecimiento. Marco de madera dorado con pan de oro y estofados.

Medidas: Alto: 67 cm. Ancho: 50 cm.

Reproducciones de esculturas y relieves, inspiradas en piezas originales de museos, arte antiguo, renacentista y neoclásico. Hecho a mano en España. Ideal para decoración de interior (salones, vestíbulos, bibliotecas y despachos).

Bajorrelieve “Ménade con tirso”. En la mitología griega, las ménades eran las seguidoras de Dionisos, Baco para los romanos, el dios del vino y el entusiasmo. Las primeras ménades fueron las ninfas que se encargaron de su crianza, y que posteriormente fueron poseídas por él, quien les inspiró una locura mística. Esto las contrapone a las Bacantes, mujeres mortales que emulan a las ménades, que se dedican al culto orgiástico de Dionisios. En muchas fuentes Ménades y Bacantes son sinónimos, entendiéndose por Bacante la acepción latina de Ménade.

Estas mujeres aparecen frecuentemente representadas en en el arte antiguo de Grecia y Roma, en pintura de frescos y vasijas, en relieves y esculturas o en mosaicos. Se las suele retratar danzando en frenesí, vestidas con túnicas ondeantes y coronas de hiedra, y sosteniendo el tirso (bastón) y otros objetos relacionados con Dionisos y el vino, como cántaros o uvas. Las ménades representan la celebración del culto dionisíaco, donde se experimentaba la liberación espiritual, el éxtasis y el entusiasmo (en-theos, dios en uno mismo), la experiencia de la unión con lo divino. Las representaciones de ménades en el arte clásico proporcionan una ventana fascinante hacia la expresión artística de las creencias y la mística de la antigua Grecia.

La decoración con reproducciones de relieves inspirados en el arte clásico, como este bajorrelieve de Ménade, es una forma atemporal de embellecer nuestro hogar. Estas piezas se convierten en elementos centrales que destacan en nuestros rincones favoritos como la biblioteca, el vestíbulo, el despacho o el salón, combinándose con el diseño contemporáneo y logrando fusionar la belleza atemporal del pasado con el presente.