Bajorrelieve de Arquero persa (Izquierda). 121x54cm.

Descripción

Bajorrelieve de arquero persa (izquierda). Reproducción de relieve decorativo realizado en mármol moldeado (polvo de mármol aglutinado con resinas), acabado policromado y terminación de envejecimiento realizada con pátinas a base de tierras naturales.

Relieve montado en marco de madera. Las medidas se refieren al conjunto con marco.

Medidas totales de la pieza con marco: Alto: 121 cm. Ancho: 54 cm. Fondo: 5 cm.

Medidas de la pieza sin el marco: Alto: 110 cm. Ancho: 43 cm. Fondo: 3 cm

Peso aprox.: 21 kg.

Reproducciones de esculturas y relieves, inspiradas en piezas originales de museos, arte antiguo mesopotámico. Hecho a mano en España. Ideal para decoración de interior (salones, vestíbulos, bibliotecas y despachos).

Bajorrelieve de arquero persa (izquierda). Relieves inspirados en los murales de ladrillos vidriados procedentes del llamado “friso de los Inmortales”, hallados en la sala del trono del palacio real de Susa (actual Shush, Irán), siglo V a.C. Estas figuras de guerreros son uno de los temas más populares y reproducidos del arte del antiguo Imperio persa.

El «Friso de los Inmortales» es un mural del Palacio de Susa en el cual aparece la guardia persa formando filas en franjas horizontales. Las figuras de los soldados y arqueros se representan de perfil con los ojos de frente, siguiendo el mismo patrón del arte egipcio y mesopotámico. El mural original está realizado en ladrillo esmaltado en donde se utilizan colores oscuros que contrastan con colores vivos como el rojo y el naranja.

El Imperio Persa fue fundado por el rey Ciro el Grande en el siglo VI a.C., convirtiéndose en una de las civilizaciones más influyentes de la antigüedad. Su vasto territorio se extendió desde el Mediterráneo hasta el Indo, abarcando una diversidad étnica y cultural sin precedentes. Los aqueménidas implementaron un gobierno centralizado y una administración eficiente que favoreció la gestión de un vasto imperio. El imperio Persa destacaba por su tolerancia religiosa y política, permitiéndose a los pueblos conquistados conservar sus tradiciones y prácticas religiosas. La victoria de Alejandro Magno en el siglo IV a.C. sobre los persas marcó el fin de la dinastía aqueménida, dando paso al gobierno helenístico del imperio seleúcida, hasta la conquista de Persia por el rey parto Arsaces en el siglo III a.C.