Introducción histórica
Edad oscura
Entre los siglos XII -IX a.C., y de forma un tanto brusca, se produce el colapso de la civilización micénica, dando lugar a un paréntesis denominado Edad Oscura griega. La causa de este declive repentino está sujeto a controversia; historiadores y arqueólogos no se terminan de poner de acuerdo, debido a escasez de fuentes y contando solamente con evidencias arqueológicas, que denotan la destrucción de numerosos asentamientos, poblamientos menores en su mayor parte, y de algunas ciudades ; las islas en cambio no parecen haber sido muy afectadas.
Se caracteriza esta crisis por el despoblamiento de las ciudades, (con hallazgos de evidencias de invasiones, como estratos de incendios); abandono de la escritura, y del arte micénicos, y desarrollo de un arte esquemático, denominado geométrico y centrado en la cerámica. En la escultura se realizan las xoanas, esculturas de madera que representan esquemáticamente figuras humanas por medio de triángulos (apareciendo esas figuras también en la cerámica).
Se han formulado, pues, diversas hipótesis para explicar este colapso: invasiones de los dorios indoeuropeos, o de los pueblos del mar, catástrofes (terremotos), crisis de producción agrícola, cambio climático…
Posiblemente no habría que hablar de un solo factor desencadenante, sino de un conjunto de factores, al igual que en la posterior Edad Media europea, con la que comparte algunos rasgos, como el empobrecimiento cultural, localismo frente al comercio y expansión micénica, inestabilidad e invasiones, etc.
Y al igual que al final de la Edad Media europea, se producirá un renacimiento cultural, en el s VIII a.C., momento en que dará comienzo la edad Arcaica, preludio de una de las más fecundas etapas de la humanidad, germen de nuestra civilización actual.
Edad Arcaica
Convencionalmente se sitúa su origen en el 766 a.C. , fecha correspondiente a la I Olimpiada ; su fin se sitúa simbólicamente en el 499 a.C. , con la Revuelta de Jonia frente al Imperio Persa.
Al comienzo de este periodo se suceden invasiones de diversos pueblos indoeuropeos, que supondrá el paso de la Edad de Bronce a la de Hierro: el jonio, que se asentará en las islas y la costa de la actual Turquía (llamándose a partir de entonces la Jonia); el dorio, que conquistará parte del Peloponeso, y los eolios, que se dirigirán a la parte norte de Asia Menor. Estos pueblos combinarán sus propias tradiciones con las preexistentes heredadas de los aqueos micénicos, dando lugar a la Hélade: más un concepto cultural que político o geográfico.
La Época arcaica se caracteriza por el nacimiento de la polis como ciudad estado, y su diversa evolución política: de monarquías se pasarán a tiranías (sin la connotación negativa que posee actualmente esta palabra) y de estas a gobiernos de los ciudadanos (democracias u oligarquías)
Debido al crecimiento de la población tendrá lugar un gran movimiento colonizador. Los griegos se expandirán, primero hacia el Oriente, a la costa del Asia Menor, y después por el Mediterráneo Occidental: el sur de Italia -Sicilia, Nápoles, denominados desde entonces como la Magna Grecia, así como las costas más occidentales, llegando hasta España…
Todo esto va acompañado por un renacimiento cultural; retoman la escritura, olvidado el alfabeto micénico adaptan el fenicio para desarrollar su propio alfabeto. Se desarrolla la literatura, cuyos primeros representantes serán, por un lado la Ilíada y la Odisea, recopiladas por Homero ( o bien un poeta o bien una denominación común de una serie de rapsodas); y las obras de Hesíodo: la Teogonía y Los Trabajos y los Días.
Es en este periodo también donde se empieza a desarrollar la filosofía; en el espacio de unas pocas décadas empiezan a surgir personajes como Tales, Pitágoras, Parménides, Heráclito, quienes sentarán las bases de donde más tarde surgirá el pensamiento occidental.
Y relacionado con todo ello, el Arte, que tratará de reflejar esta nueva concepción del mundo, a través de la búsqueda de la armonía, culminando en el Arte Clásico.
Arte arcaico
El arte griego en su mayor expresión, durante el periodo clásico, pretendía alcanzar el Ideal de Belleza a través de la armonía de las formas, por medio de la aplicación de técnicas y conocimientos como la proporción áurea. Esta búsqueda de la Belleza se originará en este periodo temprano, e irá perfeccionándose cada vez más hasta su cima, en el siglo V a.C. cuyo máximo exponente será el Partenón en arquitectura y las esculturas de Fidias que lo decoraban.
Arquitectura
Durante la edad oscura se abandona la arquitectura monumental micénica por construcciones más pequeñas. En la época arcaica, se vuelve a la arquitectura monumental, que frente a la preponderancia del palacio micénico, se centrará en templo y en la acrópolis, el conjunto monumental o ciudadela construida a su alrededor y que se solía situar en un lugar alto (acro=alto, polis= ciudad) . Los templos, en un principio de modesto tamaño, van adquiriendo cada vez más importancia, sustituyéndose la madera por la piedra en su construcción y siendo decorados con esculturas en frisos y frontones triangulares.
Van definiéndose los principales órdenes arquitectónicos, con influencias egipcias y minoico-micénicas:
– El estilo dórico, sobrio y robusto. Utiliza columnas sin basa, con fuste estriado , recuerdo de su origen vegetal (anteriormente las columnas eran de madera). El capitel es de sección circular. La columna se puede ver como evolución de la minoica, mucho más estilizada que esta , guardando también la diferencia de diámetro entre su parte superior e inferior, estrechándose según se iba acercando al capitel. Al igual que la micénica se solía policromar de rojo o de azul (a pesar de estar acostumbrados al blanco marmóreo de esculturas y edificios, todo el arte griego era policromado).
– El estilo jónico, era más esbelto y estilizado. El característico capitel jónico podría haber evolucionado de la columna hathórica egipcia, cuyo capitel imitaba la cabeza de una mujer y cuyos rizos recuerdan a las volutas jónicas.
En época clásica el estilo jónico dará origen al estilo corintio, con sus características columnas de capiteles con hojas de acanto.
Son numerosos los ejemplos de este arte,
Escultura
La escultura arcaica supone una paulatina búsqueda de la armonía, conjugada con una cada vez mayor naturalidad, proceso que alcanzará su máximo exponente en la escuela clásica iniciada por Fidias
La escultura arcaica se caracteriza por un lado por su hieratismo y por otro la expresividad de los rostros.
El hieratismo se observa en las posturas, en un principio rígidas y estáticas, a la manera egipcia -de pie, con los pies juntos o en actitud de marcha, con una pierna adelantada. Se refleja en los peinados geométricos de los personajes, bucles, trenzas que caen de forma simétrica sobre los hombros.
Los vestidos también manifiestan esa rigidez, asemejándose las estatuas con los rectos vestidos plisados a columnas.
Por otro lado se puede ver cierta búsqueda de la naturalidad, en la característica “sonrisa arcaica”, que junto a los grandes ojos almendrados, y los pómulos marcados son lo más significativo de este estilo.
Existían dos principales tipos de esculturas:
– bajorrelieves
– estatuas exentas
Las estatuas podían aparecer bien en frisos, frontones o bien exentas; existían dos grandes tipos: las korai , imágenes de mujeres jóvenes, (koré= doncella) posiblemente exvotos, con sus peinados en trenzas, vestidos plisados y estriados como columnas, y sus pies asomando por el bajo del vestido.
Y los kuroi, (kurós=muchacho, joven) que representaban a atletas, jóvenes guerreros, o héroes. Solían aparecer desnudos, bien con los pies juntos o en actitud de marcha, y los brazos a cada lado del cuerpo.
Otro ejemplo a reseñar sería el moscóforo, pastor con una oveja a hombros y que supone una transición del arte arcaico, reflejado en su rostro y en su posición, hacia el arte clásico.
O la Gorgona, con su gesto desencajado, los ojos redondos y la lengua fuera.
Pintura
Aunque las fuentes clásicas mencionan obras de grandes pintores, por desgracia no se ha encontrado apenas ningún ejemplo, ni de esta época ni de la época clásica, pues estos artistas solían pintar sobre tablas de madera.
Podemos conocer más o menos como era a través de la pintura en cerámica, uno de los mayores exponentes del arte griego.
Cerámica
En la edad arcaica temprana (s. VIII a.C.) el estilo geométrico de la Edad oscura da paso a nuevos estilos más naturalistas. Este primer periodo es denominado orientalizante y se caracteriza por combinar los motivos geométricos y las figuras humanas todavía esquemáticas con formas de animales mitológicos o reales, inspirados por la cerámica del Asia Menor y del Oriente Medio.
En el s.VII. aparece en Corinto un nuevo tipo de decoración cerámica: las figuras negras , que consiste en figuras pintadas de negro sobre arcilla (la de corintia era amarilla, la ateniense más roja) -detalles a veces incisos sobre la pintura para resaltar la arcilla de debajo, o bien policromados.
Desde el 620 a.C. este tipo de cerámica se extiende desde Corinto hasta el Ática; precisamente será en Atenas donde alcanzará su máximo desarrollo durante el siglo VI.
La primera etapa, orientalizante, heredada de Corinto, se caracterizará por decoración con animales. Posteriormente la cerámica ateniense se distanciará de la corintia, utilizando motivos mitológicos y llegando a desarrollar un estilo propiamente ático.
También variará el soporte: primero será utilizada para decorar grandes vasos funerarios. Después se extenderá a vajillas de uso cotidiano: ánforas, hidrias, copas y crateras.
Al final periodo arcaico aparecerá otro estilo decorativo: las figuras rojas. La exportación de este tipo de cerámica supondrá el florecimiento de Atenas, quien sostendría la producción y el comercio de la cerámica ática por todo el Mediterráneo.
Al contrario que la de figuras negras, esta se caracteriza por estar el fondo pintado en negro , excepto las figuras, que se dejarán del color de la arcilla. Los detalles no serán incisos sino pintados, pudiendo alcanzar con esta técnica un mayor realismo.
Los motivos serán de todo tipo, abarcando desde escenas mitológicas, y ya en épocas posteriores representarán escenas de la vida cotidiana, suponiendo un excelente recurso para conocer cómo vivían los antiguos griegos.
Conclusión
Esta época supone un florecimiento espectacular de una civilización como pocas veces se ha visto, tanto es así que es denominado por historiadores el “milagro griego”. Justamente, pues en el espacio de apenas 200 años se pondrán los cimientos sobre los que se asienta nuestra propia civilización: la Literatura, la Filosofía, la Política, el Arte, todo bebe de estas fuentes; de las cenizas de la antigua civilización micénica surge una nueva forma de concebir el mundo, conjugando la Razón y el Arte, la armonía de Apolo y la energía creadora de Dionisos.
Cristina Díaz