La técnica de moldeo a la cera perdida es un proceso de escultura para moldear metales, generalmente en el metal de bronce, por lo que comúnmente se le denomina “bronce a la cera perdida”.
Es una técnica que data desde el siglo V a.C., consiste en hacer un molde o prototipo hecho de cera de abeja, y luego se coloca en un horno, cuando la cera se derrite, se debe agregar el metal derretido. Bronce a la cera perdida es un proceso muy costoso, complicado y que requiere de mucho tiempo y dedicación.
Es una de las mejores opciones para hacer esculturas de bronce, puesto que el hecho de hacer un prototipo antes de realizar las figuras de bronce, permite cuidar cada detalle de la elaboración. Además que permite elaborar piezas de dimensiones muy pequeñas, sin tener problemas con el diseño, ni imperfecciones en el resultado de las figuras. .
Otra de las ventajas de las esculturas esculpidas en bronce a la cera perdida es que las figuras pueden tener un acabado impresionante en relieve, ya que, gracias al diseño pueden crearse relieves y detalles de hasta 2 milímetros.
El proceso de bronce a la cera perdida, consta de cuatro pasos. Los cuales, en la mayoría de los casos no son realizados por la misma persona. Sin embargo, existen artistas escultores muy dedicados que además de realizar todo el proceso de esculpir en bronce a la cera perdida, se aseguran de cuidar hasta el último detalle para tener un resultado de óptima calidad.
Lo primero que se debe hacer para crear esculturas en bronce a la cera perdida, es hacer el prototipo u original. Pera ello se utiliza cera de abeja, se debe cuidar que la consistencia de la misma sea blanda y muy flexible. Una de las finalidades para utilizar cera de abeja en la creación del molde es que permite, además de moldear, añadir y suprimir detalles con perfecta facilidad.
El siguiente paso consta de la creación del molde. Para poder crear esculturas de bronce, se necesita un molde más sólido que el ya antes elaborado con cera de abeja, por lo general, para este procedimiento se utiliza un material más maleable que se endurezca con lentitud y que resista altas temperaturas, como la cerámica o el ladrillo molido, quien recubrirá el molde creado con anterioridad compuesto de cera.
Hay que ir agregando capas finas del material de preferencia, muy cuidadosamente para que el molde quede sin imperfecciones y completamente hermético. Es necesario colocar moldes de punta para poder sostener el molde de cera y adherirlo al molde de cerámica. También es necesario crear ductos en el molde hechos de papel encerado que sirven para comunicar el interior con el exterior.