De entre los artículos que tenemos en nuestro amplio catálogo hoy presentamos este relieve de Dionisos con Cupido, una reproducción fabricada en mármol moldeado realizada a partir de la obra del artista danés Thorvaldsen, uno de los máximos representantes del neoclasicismo.
Bertel Thorvaldsen fue un escultor neoclásico danés del siglo XIX. Sus obras destacan por su elegancia y sensibilidad, y se caracterizan por su claridad y su pureza de líneas, como se puede apreciar en este relieve. Albert Bertel Thorvaldsen nació en Copenhague en 1770, desde una temprana edad demostró poseer un talento excepcional para las artes plásticas y la escultura en particular. Thorvaldsen se formó en la Real Academia de Bellas Artes de Dinamarca, en Copenhague, y posteriormente se trasladó a Roma con una beca. En la capital italiana, epicentro del arte del Renacimiento y la antigüedad clásica, el autor danés encontró la inspiración que daría forma a su estilo, fuertemente influido por el del arte de la antigua Grecia en su periodo clásico.
Entre sus obras más icónicas se encuentra “Jasón con el Vellocino de Oro“, creada en 1803, y que fue alabada por el escultor más destacado de la época, Antonio Canova. En esta escultura, que representa al héroe Jasón con el vellocino de oro, Thorvaldsen transmitir la gracia y la fuerza del personaje, destacando esta obra por su perfección y claridad de líneas y formas. Otra de sus obras más conocidas es la escultura de Ganímedes y el águila de Júpiter, que al igual que la estatua de Jasón se pueden admirar en el Museo Thorvaldsen de Copenhague.
Thorvaldsen dedicó gran parte de su carrera a esculpir obras en las que reviven la mitología y la cultura clásica, como se refleja en este relieve de Dionisos y Cupido. En esta pieza el escultor danés representa al dios del Amor bebiendo vino de un tazón que le ofrece Dionisos, a partir de los poemas de lírica amorosa del poeta griego Anacreonte, inspirados en el consuelo que ofrece el vino a los enamorados afectados por los tormentos del amor.
El legado de Thorvaldsen ha perdurado hasta nuestros días a través de obras que, como este relieve, han traspasado los siglos, convertidas en testimonios de su genialidad artística y de su capacidad para captar y transmitir la belleza, la atemporalidad y la sensibilidad del arte clásico.